El deseo de lo "inalcanzable"...
El corazón humano tiene sed de "lo infinito"..., pues nada lo colma, nada lo sacia...
Será precisamente ... porque estamos creados por alguien infinitamente superior...
Por ello..., esos deseos de plenitud y esos deseos de FELICIDAD TOTAL, que todos anhelamos y ciertamente se hacen inalcanzables; muchas veces acaban en decepción, o en drama....
Aún así, y pese a las numerosas decepciones que todos inevitablemente vivimos, curiosamente y paradójicamente; no sólo NO dejamos de seguir deseando, sino que tampoco dejamos de seguir intentando buscar esa plenitud inalcanzable...
Es a lo que se llama: "La paradoja del deseo...".
Nuestro mayor error consiste en que... en esa búsqueda de la plenitud y la felicidad, muchas veces, elegimos o tomamos: "atajos" o "soluciones inmediatas", que nos hacen ser esclavos de una "aparente o falsa felicidad"; llámese alcohol, drogas, dinero, relaciones centradas en un interés propio, etc,etc...
Como Cristianos, y fieles seguidores de Jesús, nuestra sed de Dios es en parte colmada y saciada en nuestro encuentro personal con Jesucristo Vivo y Resucitado...
Y así de acertadamente decía Santa Teresa:
"...Quien a Dios tiene, nada le falta.Solo Dios basta..."
(Sta. Teresa de Ávila)
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